domingo, 1 de enero de 2012

'CÓMO VIVIR O UNA VIDA CON MONTAIGNE' de SARAH BAKEWELL




Sarah Bakewell, Cómo vivir o una vida con Montaigne. En una pregunta y veinte intentos de respuesta, traducción de Ana Herrera Ferrer, Ariel, Barcelona, 2011, 483 páginas


Las apariencias engañan, aunque esto no quiera decir que las primeras impresiones son siempre las que quedan en nuestra mente y memoria. He aquí dos máximas que pueden servirnos para vivir bien, o al menos lo mejor posible, dentro de nuestras posibilidades como seres humanos. Máximas hay muchas más. Precisamente de cómo vivir a la luz de la sabiduría trata el presente libro dedicado a la vida y la obra de Michel de Montaigne. Presta atención sugiere el segundo capítulo del mismo, como abundando en los proverbios que abren estas líneas. Atentos, pues.

Siguiendo el buen consejo, es menester no quedarse con el primer barrunto que uno puede tener al acercarse a este volumen, empezando por lo que pueda sugerir el título. Sólo con avanzar algunas páginas, comprobamos que no es este un libro más de autoayuda; en concreto, y como podría sospecharse, del subgénero que toma como punto de partida o excusa a consumados filósofos y maestros del pensar para componer una melodía pegadiza que cante las artes del buen vivir o cómo alcanzar la felicidad (o la belleza) en siete días. Ya saben: variaciones ligeras sobre Epicteto, Marco Aurelio, Baltasar Gracián, Confucio.

Cómo vivir o una vida con Montaigne es una sólida y solvente biografía del sabio del castillo de Périgord, escrita con rigor y documentación, lo que no es óbice para poder leerse con sumo interés y amenidad. Ni tampoco para aprender, de paso, grandes lecciones sobre cómo ordenar nuestra existencia, empezando por uno mismo y desde sí mismo, desde el propio yo.

Presta atención todavía, lector, porque seguimos desmontando viejas leyendas y prejuicios. Por ejemplo, que un ensayo tiene que ser, necesariamente, un libro aburrido. Nada más errado. El pionero y paladín del ensayo, Montaigne, muestra y demuestra a las claras que cuando al recto entendimiento le sumamos la bella escritura y la elegancia en el estilo, el resultado es una experiencia gozosa, un aprendizaje de la vida realizado desde el sentido del placer y el sentimiento de la alegría. No hagas nada sin alegría, proclama Montaigne. Desde luego, leyendo los Essais, así como la biografía aquí reseñada, nada indica que hayan sido compuestos desde el deber más ingrato o el ánimo alterado. Este punto nos lleva a una nueva revelación contraria al imperio del tópico.

¿Quién dijo que Montaigne es un autor poco atractivo para las mujeres? ¿De dónde ha salido la necia superchería según la cual los escritos de Montaigne son demasiado ―cómo decirlo― masculinos, y, en consecuencia, lejanos a la sensibilidad y la preocupación de las mujeres? Montaigne fue hombre y la autora de la biografía, mujer. ¿Y qué? ¿Qué tiene de mala esta combinación? En cualquier caso, el único género que ahora debe interesarnos, más que preocuparnos, no es el sexo de los escritores (ni el de los ángeles), sino el género literario del ensayo. Porque Montaigne logra con completa normalidad transmitirnos unas ideas y unos sentimientos, ambientados en el sur de Francia durante el Renacimiento, que son, después de todo, universales e intemporales.

Ocurre que el señor del castillo de Montaigne supo, tal vez como ningún otro autor aunar la familiaridad y la cercanía con la universalidad y la integridad: «muchas cosas han cambiado desde que nació Montaigne, hace casi medio milenio, y ni los modales ni las creencias son reconocibles. Sin embargo, leer a Montaigne es experimentar una serie de conmociones debidas a la familiaridad, que hacen que los siglos trascurridos entre él y el lector del siglo XXI desaparezcan y queden en nada.» (pág. 18). Leer a Montaigne representa una experiencia única e insustituible. Ahora bien, la lectura de la biografía escrita por Sarah Bakewell ayuda notablemente a tener todavía más próximo a un autor que nos habla con franqueza, de amigo a amigo, acerca de su propia vida; es decir, de la vida y de cómo vivirla.

Sarah Bakewell es profesora de escritura creativa en la City University de Londres, autora de The Smart y The English Dane, trabajos inéditos en español. El libro Cómo vivir o una vida con Montaigne, del que es autora, ha sido premiado con el prestigioso Duff Cooper Prize National Book Critics Circle Award for Biography


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