sábado, 22 de enero de 2011

«EL DESMORONAMIENTO DE ESPAÑA»: INFORME RECARTE 2


Alberto Recarte, El desmoronamiento de España. La salida de la crisis y la política de reformas, La Esfera de los Libros, Madrid, 2010, 548 páginas.

A mediados del año 2008, comenzaba a publicarse por entregas el «Informe Recarte» en el diario Libertad Digital, firmado por Alberto Recarte. Fue tal el impacto y la repercusión del estudio económico que acabo editándose en libro bajo el título El Informe Recarte 2009. La economía española y la crisis internacional (La Esfera de los Libros). El volumen se estructuraba alrededor de tres ejes: los orígenes de la crisis internacional, la crisis económica española y un capítulo de conclusiones. El trabajo sobresalía, además del rigor de su análisis, por su apartidismo, dado que la diagnosis y las propuestas allí formuladas iban destinadas a todo el arco parlamentario español, sin excepción, y a la opinión pública, en general.
Recarte sugería acometer inmediatas y profundas reformas estructurales en España a fin de aminorar los efectos de la Crisis económica, la mayor de los últimos ochenta años, la cual avanzaba con la fuerza destructiva de un huracán. Por entonces, se celebraban elecciones generales en España. El Partido Socialista, fuerza política más votada por los votantes, que renovada así la permanencia en el Gobierno, seguía negando que hubiera crisis y que, de haberla, no afectaría a nuestro país. Mientras tanto, tachaba de «antipatriotas» a quienes hablaban de «la crisis».

«El desmoronamiento de España» —el «Informe Recarte 2»— hace balance y predicción de la situación social y económica española, un año después del estudio precedente. Comoquiera que, según el refranero, a la fuerza ahorcan, la crisis, finalmente, ha sido reconocida en las altas esferas del poder. Las reformas estructurales demandadas, sin embargo, no han sido realizadas, ni en la extensión ni con la intensidad que eran (y son) necesarias. Las medidas urgentes de ajuste tomadas por el Gobierno de Rodríguez Zapatero en mayo de 2010 fueron motivadas por la intervención de instituciones y autoridades internacionales ante la perspectiva inmediata de quiebra total en España. Las medidas puestas en marcha, en cualquier caso, son parciales y no afrontan el fondo del problema. Pero ¿cuál es, en esencia, el problema en España?

 La crisis y la recesión económica internacional continúan sin ser frenadas. En el marco de la Unión Europa y la Eurozona, la situación incluso ha empeorado como consecuencia del estallido de dos crisis más: la crisis de Deuda Pública o Soberana (que ha forzado, hasta la fecha, el «rescate» de dos países: Grecia e Irlanda) y la crisis de la Unión Monetaria, ante la debilidad del euro, expuesta incluso a su desaparición como moneda comunitaria. Con todo, el «Informe Recarte 2» incide en un aspecto crucial que singulariza el caso español, sintetizado en las primeras líneas del texto: «Este libro pretendía en origen detallar las reformas estructurales necesarias para superar la crisis de la economía española. Al poco de comenzar me encontré con que los problemas políticos y constitucionales eran tan profundos que sin resolverlos, al menos parcialmente, sería muy difícil que nuestra economía volviera a crecer.» (pág. 17).

El colapso de España adquiere un tinte principalmente político e institucional, sin cuya superación, la salida de la crisis económica resulta imposible de garantizar. ¿A qué problemas se refiere Recarte? La Monarquía ha dimitido de la función moderadora en la Jefatura del Estado, concedida, por mandato constitucional, a fin de arbitrar y moderar la vida política española; la separación de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) hace años que ha dejado de practicarse; la politización del Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial crece hasta el punto de poner en riesgo la seguridad jurídica en el país (sin la cual, la inversión doméstica y extranjera retrocede, por citar sólo una de sus consecuencias); la democracia parlamentaria, consagrada en la Constitución de 1978, adopta cada día más la forma de una partitocracia, etcétera.

Pero, de entre todos los asuntos espinosos del panorama español, uno sobresale, poniendo en grave riesgo incluso la misma continuidad de la nación, motivo principal del título (y contenido) del volumen: El desmoronamiento de España. Nos referimos a la creciente deriva del «modelo territorial» español, el Estado de las Autonomías: «En España conviven un Estado unitario reducido, un Estado federal previsto en la Constitución, pero no declarado, y un Estado confederal, incompatible con la misma.» (pág. 31).
Semejante panorama interior, no sólo impide la unidad de mercado y la movilidad laboral en la propia nación, sino que el gasto desbocado y el descontrol financiero de las diecisiete Comunidades Autónomas amenaza la pervivencia del Estado de Bienestar, materialmente imposible de asegurar, y aun del Estado mismo.

Las propuestas del «Informe Recarte 2» podemos resumirlas en dos apartados:

 Primero, de orden estrictamente económico:

«Las reformas para alcanzar un cierto equilibrio económico y presupuestario tendrán que ser muy amplias:
1.      Organización política y administrativa.
2.      Reforma del sistema tributario.
3.      Reforma del gasto público y limitaciones al Estado de Bienestar.
4.      Menor intervención del gasto público en la economía.
5.      Reforma del sistema financiero.
6.      Reforma del mercado de trabajo.
7.      Reforma del sistema de pensiones.» (pág. 125).

Segundo, de orden político. Desmarcándose de cualquier iniciativa que pudiera suponer «dar marcha atrás en el tipo de sistema territorial que tenemos», Recarte ofrece la siguiente alternativa: «La otra reforma que parece imprescindible es la de convertir a España en un Estado federal, en el que cada autonomía recaude sus tributos y tenga un conjunto de competencias conocido e inalterable.» (pág. 45).

Libro riguroso y valiente, que entra en la complejidad del análisis económico sin retóricas ni concesiones a la divulgación, pero con la gran virtud de hacer comprensible al no especializado en la ciencia económica, la naturaleza —y ante todo— la gravedad del problema en España, la salida de la crisis y la política de reformas que la harían posible.



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