martes, 16 de noviembre de 2010

NI CAMPA NI ESCAMPA: LA TORMENTA ECONÓMICA PERFECTA EN ESPAÑA


«Ni éramos Grecia ni somos Irlanda ni lo seremos nunca. Somos España», dicen que ha dicho José Manuel Campa, patriótico y heroico secretario de Estado de Economía, durante una reciente intervención en el foro Tertulias de Economía. Un espacio éste donde, digo yo, hablarán de economía en alguna ocasión. Esta vez no, a juzgar por las palabras del subalterno de Elena Salgado, Ministra del Ramo. En el foro en cuestión, el interviniente, más que disertar sobre economía, ha platicado sobre geografía, gramática parda y tautologías deconstructivas.

¿Qué afirma este señor tan campanudo sobre lo que está pasando en España? Que hay que preocuparse… y no preocuparse. A igual a no-A. En la lógica de Campa se pasa uno, la verdad, desde el principio de identidad al de contradicción sin que se le mueva un pelo de la cabeza. A ver si cuela entre el pequeño gran público y la audiencia, que acostumbrada a oír de todo, ya no se inmuta por nada.

Dicen que Campa es doctor en Economía por la Universidad de Harvard. Tal vez por eso recuerda tanto a Mister Proper. Pero, donde todo parecido con la realidad es pura coincidencia está en el hecho de que el Mister ha sido profesor de finanzas y director de investigación en el IESE Business School de Madrid, donde parece haber defendido la economía de mercado, la libre empresa y a hacer negocios privados. El economista Campeador sí que ha hecho un buen negocio en el Gobierno socialista. En la Administración, campa hoy por sus respetos con las cuentas públicas y el déficit público, para luego volver, cuando vuelva, maestro Ciruela, a la profesión, a enseñar economía… Como si nada hubiera pasado. Impunemente.

En España sucede que todo se perdona. La impunidad y la indemnidad son lo poco que queda de nuestro Patrimonio Nacional. ¡Viva Berlanga! ¿Por qué será? Será, tal vez, por un resabio de catolicismo social; no oficial, pero muy práctico y extendido. O por efecto de su alternativa socialista, hoy en el poder, la religión cívica, concentrada en esta máxima: hoy por ti, mañana por mí.

Fernando Savater protesta en El País (¿dónde si no?) porque le recuerdan que un día confío en ZP ¡en materia de política antiterrorista! Ahora dice que no. Ahora es crítico y laico otra vez. Como antes de creer en Zapatero. Pero, ojo, así no hablaba Zaratustra. Así hablan los ex ministros y los cargos públicos caídos en desgracia, los artistas y sindicalitas subvencionados que ven la intención de voto y buscan un nuevo mecenas, los de la mamandurria y la bandurria, los que han bailado con lobos, los que siempre bailan, a la postre, al son de quien manda en cada momento.

Dicen que este Campa quería dejar el cargo hace meses. Y no digo esto en su descargo. El caso es que Campa el Sacrificado sigue en política, se pasa por el foro ese y oficia de economista liberal, a fuer de socialista. O al revés, como Indalecio Prieto.

¿Quién es Campa? La tormenta económica perfecta que no escampa. Ni contigo ni sin ti. Ni preocupado ni despreocupado. Igual que Tenerife, Mister No Problem tiene seguro de sol. Por eso está al sol que más calienta.

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